No es aumento, es actualización
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Seguramente en los últimos meses recibiste las boletas de todos los servicios con aumentos por diferentes motivos y tus pólizas de seguros no son la excepción.
Para ponernos un poco técnicos aclaramos que el seguro no es un servicio y los incrementos en sus valores en esta ocasión no son aumentos, si no actualizaciones.
A partir de enero tu seguro de automóvil debió registrar una suba mínima de 20% toda vez que mediante la Resolución N° 505 del 30/10/2023 la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) sugirió (no obliga) elevar los importes en concepto de RC obligatoria a $ 80 millones, para vehículos particulares, $ 175 millones para camiones, acoplados, agrícolas y otros, y $ 260 millones para vehículos de transporte de pasajeros y demás.
En igual sentido el contexto inflacionario que atraviesa el país desde hace meses o quizás años, la aceleración encubierta del último trimestre y la inestabilidad de precios propias del mencionado escenario convierte al mercado de seguros en una bomba de tiempo a punto de estallar.
A lo indicado debemos agregar haciendo un poco de historia donde comienza la grieta entre sumas aseguradas, sumas reales, guerra de tarifas, solvencia de mercado e insuficiencia de primas.
El punto de partida para la grieta de sumas aseguradas y sumas reales podría haber comenzado durante el año 2012 en donde la SSN implementó mediante Resolución N º 37.163 la exigencia de que las aseguradoras invirtieran parte de sus activos en instrumentos financieros vinculados a la economía real, esta resolución más conocida como “inciso K” obligo a que las compañías invirtieran partes de sus recursos en proyectos de infraestructura y producción de mediano y largo plazo. Posteriormente el porcentaje se incrementó de 10% a 14,5%. En dicha ocasión el “Comité de Elegibilidad de Inversiones para Aseguradoras y Reaseguradoras”, dependiente del Ministerio de Economía, estableció las inversiones elegibles para computar por el inciso no obstante lo cual fijaba requisitos que debían cumplir los distintos instrumentos. Uno de los requisitos más polémicos fue aquel que determino que los fondos Pyme para poder computar a los efectos de las aseguradoras como inversiones inciso k, debían destinar el 60% de su patrimonio a Inversiones inciso k, y el 35% de esas inversiones, no podían ser cheques de pago diferido.
Posteriormente durante el año 2019, otro gobierno, otra impronta y otra historia surge el inciso M que apuntaba a que las compañías destinen no menos de un 10% de sus activos para fondear proyectos de vivienda e infraestructura y al igual que el inciso K la medida poseía carácter obligatorio. El apartado estipulaba que las aseguradoras podrían invertir hasta un 40% de su cartera en certificados de Programas de Participación Publico Privada, títulos emitidos por fondos de infraestructura o desarrollos inmobiliarios.
Así las cosas, la rentabilidad de las inversiones realizadas por las compañías no lograron alcanzar resultados similares a los obtenidos antes de la intervención del Estado con las medidas antes mencionadas, entonces a efectos de sostener los márgenes de ganancias los empresarios del seguro se readaptaron a fin de poder cumplir con las medidas impuestas sin perder de vista su objetivo principal, esto es obtener ganancias con su actividad.
En este contexto probablemente los controles de la SSN fueron tornándose más laxos y menos exigentes en cuanto al cumplimiento de la normativa internacional que regula los índices mínimos de solvencia al tiempo que la competencia de mercado concluyo en una guerra voraz de tarifas (aún hoy vigente) cuyo objetivo principal fue aumentar la producción y ganar mercado, aunque esto fuera sobre los cimientos de un cálculo de tarifas con prima insuficiente.
Actualmente nos encontramos en un nuevo comienzo, un gobierno cuyo líder no posee una impronta previa de ningún partido político y con un probable objetivo que bajo el lema de “libertad” se propone sincerar los precios de mercado a precios reales.
Pero para que los precios se sinceren es necesario aceptar algunas cuestiones como ser que las tarifas se componen de primas insuficientes que colaboran a insolventar el mercado, que la sociedad no posee conciencia aseguradora, que los asegurados pagan el plan de telefonía móvil sin lamentarse, pero ante un aumento de suma asegurada se queja con su productor. Que los siniestros se tornan día a día impagables por múltiples factores, entre ellos la falta de repuestos por trabas de importación y escasez de divisas, pero también por la especulación de los repuesteros intermediarios de las terminales automotrices, de los talleristas y el aumento de la mano de obra y del plazo de pago largo que las compañías imponen a sus proveedores, entre otros factores.
Es momento oportuno para barajar y dar de nuevo, de dejar de buscar culpables, si los PAS con las comisiones altas, si los abogados con la litigiosidad, si el índice elevado de fraude, si se realizan o no inspecciones desde la SSN. Que la libertad aporte las medidas para el saneamiento que el mercado necesita.
RESO 505 AUMENTO SUMAS ASEGURADAS PERO DESDE 1-2024 RESO 505 AUMENTOS OLA Y AUMENTOS VOLUNTARIOS SUMAS ASEGURADAS DESDE 1-2024 RESO 505 AUMENTOS OLA Y AUMENTOS VOLUNTARIOS SUMAS ASEGURADAS DESDE 1-2024
Dra. Mariel Adaro
@ladoc.delseguro
11 35030878
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