Contexto político de las ART

El Dr. Ricardo Silberstein, abogado y Ministro de Justicia y DDHH de la Provincia de Santa Fe, estuvo presente en la jornada organizada por ASOCIART ART, en conmemoración de los 20 años.  En el inicio de su exposición, manifestó que analizar la situación de las aseguradoras de Riesgos del Trabajo, manifiesta la crisis del estado argentino.

Dentro del Poder Judicial, los dos fueros de mayor conflictividad son el laboral y el penal. Ambos cuentan con la mayor litigiosidad y presentan el mayor conflicto. En definitiva, existe también una problemática ideológica. Dentro del fuero penal, la posición dominante es que las penas no sirven para nada y el derecho penal mínimo, el problema es el estado y no los delincuentes. Los poderosos dominan a los pobres. El Derecho Laboral, se encuentra estructurado en base al in dubio pro operario y una interpretación anti empresaria. En ambos fueros, hay un proceso interpretativo selectivo del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, de acuerdo a la ideología que se utilice, como ejemplo de ello citó el nuevo art. 1255 CCC, el cual le permite a los jueces reducir los honorarios de los peritos en aquéllos casos que deje a la luz una evidente e injustificada desproporción con el trabajo realizado, sin embargo, nadie lo usa en el fuero laboral, sí usan otra normativa del nuevo código. Lo que parece que este fuero no advirtió es que necesariamente debe haber empresas privadas, que desarrollen las fuerzas productivas, para que pueda ser posible un desarrollo económico, con un estado presente más o menos controlador, con lo cual una interpretación anti empresas torna enormemente compleja la ideologización de los fallos.

La nueva era es la era de la velocidad, del tiempo real, pero el Poder Judicial parece no  reaccionar frente a ella, la justicia tiene sus tiempos, pero ello no resulta suficiente para la era actual. Existen diversas alternativas para solucionar este conflicto, las técnicas de gestión, la organización de los juzgados, la tecnología, los mecanismos que eviten el conflicto. Es necesario tener en cuenta además que la judicialidad es cara, cada juzgado cuesta muchos millones de pesos mensuales, por ende la litigiosidad es un problema de todos, excede a las ART, por ello se tiende a reducir en todo el mundo. La corte en el fallo OBREGON, sostiene que el sistema se podría soslayar en comisiones médicas con prestigio, pero lo cierto es que no ha funcionado y todo ha terminado dentro del Poder Judicial.

El reciente Fallo Espósito, resuelve que cuando hay un decreto y una norma que establece que se aplica a partir de determinado momento, no se aplicará retroactivamente, es decir, sólo menciona que se debe cumplir la ley. Por parte del mismo poder judicial y los abogados laboralistas hay una rebelión contra este fallo, plantearán que hay que objetar por inconstitucionalidad el decreto 1278, argumentarán que se mencionó mal un precedente, inequidad, etc., lo cierto es que ese fallo va a ser cuestionado. El derecho hoy plantea una nueva clasificación, la constitucionalización del derecho privado hace que las clasificaciones sean a partir de los derechos, para que haya derechos de salud, tiene que haber empresas de salud, lo mismo en otros rubros. Con ese tipo de derechos, tiene que haber una estructura económica que la pueda sostener, y como esto es un seguro cualquier sistema de seguro se sostiene a partir de dos pilares: frecuencia y extensión. O sea la prima tiene relación con la frecuencia y extensión de los accidentes. No sólo es reconocer derecho sino también reconocer el sustrato económico que hace posible ese derecho, sino no hay derecho para nada. Ese planteo es lo que hay que tratar de difundir al poder judicial y hacerlo pensar, particularmente al fuero laboral. Se plantea también, llevar todo a las cámaras federales, sacárselo al fuero laboral, pero éstas van a plantear la imposibilidad física de hacerlo. Para reducir la litigiosidad, la solución que vemos es fortalecer las comisiones médicas, con participación de los asesores del trabajador, asesoramiento letrado, pero si no buscamos soluciones fuera del plano judicial, no va a darle respuesta al sistema. Lo bueno del fallo es que cambia el espíritu de época, resulta enormemente importante que la SRT haya asumido la situación. El fallo no es un problema de riesgos del trabajo, sino de la interpretación de la ley en general, porque el llamado diálogo de fuentes  se realizó de una forma muy extensa, este fallo acota y pone un límite a esa interpretación. Tiene que ver también con el cambio de gobierno y ese nuevo espíritu. La litigiosidad no beneficia a ninguno de los actores sociales.

Se puede trabajar en la descentralización de las comisiones médicas, se puede atacar el problema desde distintos ámbitos para que pueda funcionar. No creo que sea el momento propicio para una modificación de la ley.

Dra. Gabriela Melina Alvarez

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