#JOINRSE

Con el hashtag #JOINRSE podía seguirse los comentarios generados por todos aquellos interesados en la “1° Jornada Internacional de RSE y Sustentabilidad” celebrada durante el día de ayer miércoles 21 de mayo de 2014 organizada conjuntamente por la AmCham Argentina y el IARSE, en el microcentro porteño.

Los principales temas abordados giraron en torno al título con el que se dio a conocer la jornada: “Gestión Sustentable: Ética, Liderazgo y Acción”. Estuvo dirigida especialmente a todos aquellos empresarios, dirigentes gubernamentales y personas u organismos comprometidos en general en la construcción colectiva de un desarrollo sustentable.
La apertura y bienvenida estuvo a cargo de los señores Alejandro Díaz, Director Ejecutivo de la AmCham Argentina y Luis Ulla, Director Ejecutivo del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE).

El encuentro abordó las distintas cuestiones acerca del rol de las empresas líderes en la sociedad, el consumo responsable, la ética como condición necesaria en la gestión ambiental y en la toma de decisiones y, el intercambio de experiencias corporativas con fines de aprendizaje.

Todos los discursos coincidieron en una cuestión que parece preocupar en forma generalizada a todos los actores en cuanto se trata la temática y es, como primera medida, la corta experiencia que se tiene a nivel mundial sobre la sustentabilidad y como consecuencia, la falta de certeza en la elección del mejor camino hacia un desarrollo más consciente. Y la realidad indica, que no existen recetas infalibles sino más bien todo parecería demostrar que los resultados surgirán de probar, de reinventar hasta lograr aciertos y buenos resultados.

Por otra parte, también es consistente el pensamiento en relación con la vital importancia de la fuerza y necesidad de políticas públicas que delimiten el terreno legal, promuevan la gestión sustentable desde los distintos sectores gubernamentales y sancionen las conductas que no vayan de la mano con la acción responsable y las buenas prácticas.

Cuando se habla de Responsabilidad Social Empresarial los entendidos se refieren a “atender el negocio sin descuidar los factores ecológicos” o como una “manera de vivir juntos”, lo que a largo plazo redundará en beneficios como ser el ahorro, disminución de riesgos, fidelización de la cartera de clientes, mayores oportunidades de captar créditos, mejor posicionamiento de la empresa en relación con el reconocimiento de su público, la sociedad en general y en relación a otras empresas. Y para esto, resultó necesario para las compañías cambiar su paradigma de “lógica de resultado” versus la nueva “lógica de sustentabilidad”. Los gobiernos corporativos comprendieron que la sustentabilidad resulta un buen negocio. Es por eso que actualmente, muchas empresas además de contar con su balance financiero, tienen su propio balance de sustentabilidad y con él tienen la posibilidad de medir sus resultados.

Algunas de las políticas que las empresas, llamadas “verdes”, implementaron en este sentido son la valoración de la diversidad de género en las compañías, la igualdad de oportunidades para ocupar cargos gerenciales en el caso de empleadas mujeres, el reproche a organizaciones que promueven el trabajo a menores o en condiciones análogas al trabajo esclavo, el cuidado de toda la cadena de valores del negocio prestando especial atención a los proveedores con los que se trabaja, el reconocimiento de la impronta que tienen los colaboradores dentro de la corporación, las leyes que multan a aquellas empresas en hasta un 20% sobre su facturación bruta como es el caso de la nueva regulación brasilera aprobada este 29 de enero último, y muchos más ejemplos que felizmente son cada vez más comunes.

A su vez, el consumidor es cada vez más consciente de las problemáticas ecológicas provocadas por las industrias, cuenta con información de fácil acceso, conoce el impacto negativo que genera insertar al mercado determinados productos, sabe que los desechos de esos bienes también resultan nocivos con posterioridad a su uso, está al corriente de la injerencia de los beneficios de la buena alimentación y valora cada vez más las conductas respetuosas y de cuidado de las personas en todos los ámbitos, empezando por el individual y extendiéndose al familiar, comunal, municipal hasta llegar a modificar conductas a nivel global.

A modo de conclusión se podría nombrar algunos principios directrices que se compartieron:

“No hay empresas sustentables sino empresas en procesos sustentables”.

“El Estado cumple un rol importantísimo para contribuir en la toma de consciencia social, articulando alianzas con los distintos actores”.

“Las organizaciones que colaboran con las empresas brindando indicadores de valor sustentable permiten marcar debilidades en los procesos productivos y trazar nuevos objetivos en materia de desarrollo sustentable a fin de mejorarlos”.

“Actualmente las empresas, por obligación legal o por propia motivación, dan a conocer a sus consumidores cuales son las prácticas amigables que emprenden, las acciones solidarias que realizan, las certificaciones con las que avalan la calidad de sus procesos, y la transparencia con respecto a sus informes, balances, etc.”.

“Las empresas dan a conocer a la sociedad sus Reportes de Sustentabilidad, y estos resultan ser herramientas tanto de gestión como comunicacionales”.

“La generación Millenium valora y prioriza los principios éticos de la empresa y su reputación al momento de elegir dónde trabajar y desarrollar su carrera profesional. Por eso y a fin de captar y retener a los mejores talentos las empresas hacen hincapié en su directriz moral”.

“La problemática ambiental requiere de una solución multisectorial y por parte de todas las personas”.

Entre los disertantes presentes estuvieron Jorge Luis Numa Abrahão, Presidente del Instituto Ethos; Fabricia Degiovanni, Directora General de Microsoft; Juan Garibaldi, Presidente de Mondelēz Internacional Cono Sur; Gastón Remy, Presidente de Dow Región Sur de América Latina; David Ruda, Fundador y Presidente de Tarjeta Naranja; Roberto Salas, Gerente General de Masisa; Juan Carlos Villalonga, Presidente de la Agencia de Protección Ambiental (APrA); Pablo Canziani, Investigador del CONICET; Pina Gervassi, Directora Regional de FSC Internacional; María Eugenia Sosa Taborda, Gerenta de Sustentabilidad de Banco Itaú y Claudio Giomi, Gerente Corporativo de Sustentabilidad del Grupo Arcor entre otros. Por su parte, quien irónicamente faltó a la cita fue el señor Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Ing. Omar Judis.

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