Segundo Seminario de Investigación Directa y Pericia de Fraudes del Seguro y Accidentología Vial – Parte II

Por segurosaldia.com septiembre 16, 2007 15:14

EL CRIMEN PERFECTO
Esa es la intención de los que planean metódicamente la muerte de una persona para cobrar el seguro, pero subestiman la astucia y el trabajo profesional de los investigadores. Hoy, la segunda disertación del Segundo Seminario de Investigación Directa y Pericia de Fraudes del Seguro y Accidentología Vial, “Investigación de seguros de vida”, a cargo del SR. ALBERTO SARFATTI.

Por Vanesa Patrignani

“Investigación de seguros de vida” – SR. ALBERTO SARFATTI

Los suicidios encubiertos en accidentes de tránsito son una figura muy poco conocida, ya que nadie quiere creer que alguien cometa semejante atrocidad.
La investigación directa en seguros de vida se reduciría a la mitad si la suscripción de las pólizas fuese eficiente. Es más importante una mejor prevención que una mejor investigación. Es difícil de determinar la persona que va a suscribirse, pero para contratar una persona, si las compañías fuesen meticulosas y tuviesen al personal suficientemente capacitado, más de la mitad de los siniestros se evitarían.
Los pasos de la investigación son siempre dirigidos por la compañía, no solo pasan por designar el investigador del siniestro, sino también por la dirección: hay que darle los elementos necesarios al investigador y al liquidador y lo que se pretende saber y comprobar.
Investigar es básicamente buscar, indagar, saber, y etimológicamente significa aclarar la conducta de la persona sospechada o sospechosa y la investigación directa es un ordenamiento, una coordinación, una dirección y una ejecución de estos elementos juntos de manera direccional, es buscar llegar de un punto a otro derecha y rápidamente.
Es un trabajo personal, artesanal, innato y hasta Sarfatti lo describe como un modo de ser.

Para comenzar una investigación se necesita: atención en la documentación y analizar antes de esbozar un comentario, que la aseguradora aporte no sólo las denuncias sin información desde el primer llamado, la primer póliza para saber cómo era la persona en vida.

Siempre hay que ir al lugar del hecho, lugar de campo, aunque sea inaccesible, y hay que identificar fehacientemente al fallecido y quienes han sido sus herederos: saber la profesión, ingreso, dolencia, familia, convivencia, etc.

En los siniestros, se pueden repetir los mismos beneficiarios, tramitadores, médicos, etc.
Existen dos tipos de certificados de defunción: el civil y el médico, donde en este se termina la causa del deceso. El Veraz ayuda a conocer los antecedentes de la persona y hay que usar las guías telefónicas, no sólo quedarse con los datos que da la aseguradora, para corroborar domicilio, teléfono, datos en general; esto es lo que se llama trabajo de escritorio.

En cuanto al trabajo en el campo hay que: ir a la casa del fallecido sin avisar, porque si se avisa se prepara a los interlocutores para esconder pruebas; r al cementerio y ver si primero está la tumba, y si está, luego ver si se encuentra el cuerpo o no.

Respecto del papel de las aseguradoras, los elementos a tener en cuenta en la suscripción son: por qué la persona contrata el seguro, si tuvo otras pólizas, si tuvo siniestros, el horario en que contrata la póliza, hay que saber el DNI, hay que tener cuidado con los extranjeros que tienen antecedentes siniestrales como los de medio oriente, requerir informes médicos e ingresos para ver las posibilidades de pago que tenía, si da teléfonos fijos o celulares, si se niega a ser revisado médicamente, cuidado cuando las ventas son por call centers, quiénes son los beneficiarios y si el tomador y el beneficiario son la mimas persona; esto último sucede en los seguros de vida colectivo agrícolas y en los seguros de vida individual cuando la persona desconoce que tiene un seguro de vida.

Los siniestros en vida son inexistentes, se habla de muertos vivos, y se da en provincias como Tucumán, Mendoza, Formosa. Allí hay suicidios encubiertos, donde se quita la vida contratando o no un seguro de vida, pero siempre asegurando la muerte y que al tercero no le suceda nada; y hay homicidios encubiertos en supuestos accidentes y también la muerte por enfermedades preexistentes.

Por segurosaldia.com septiembre 16, 2007 15:14