EGUNDO SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN DIRECTA Y PERICIA DE FRAUDES DEL SEGURO Y ACCIDENTOLOGÍA VIAL – Parte VI

Por segurosaldia.com septiembre 22, 2005 17:39

LA INDUSTRIA DEL FRAUDE: EXPORTACIÓN DE SINIESTROS

La producción de estafas de Brasil hacia compañías que integran el Mercosur y otros países, sirve para ingresar divisas a ese país. La corrupción de la Policía, de los Jueces y el impulso del Estado hace que se blanqueen millones de dólares anuales.

Por Vanesa Patrignani

El Prof. Lic. Jorge Roberto Locles, Presidente de la Asociación de Criminalística de la República Argentina (ACRA) dio la charla sobre “Indicios falsos en accidentes de tránsito a nivel internacional con perjuicio de compañías nacionales” donde presentó un trabajo que expuso un Perito, Profesor Especialista y Presidente de la Asociación brasilera de Criminalística en el período 1977 –1979, en Brasilia en 1995. Allí denuncia irregularidades que ocurren en Brasil con perjuicios a las empresas de sus país y cómo a través del Mercosur se producen grandes estafas a países que lo integran y a otros.

Locles dice que lo más grave es que algunos países latinoamericanos no admiten los peritos de parte, es decir que se da como palabra santa lo que dice el perito oficial, que corresponde a la policía o al ejército; también sucede en Europa que no se contempla en el código. Uno de los temas fundamentales es la intervención para evitar ese fraude, Brasil recauda anualmente entre 350 y 400 millones de dólares en estos tipos de fraudes, ha creado una industria que le produce más que sus exportaciones tradicionales.

La disertación del brasilero, titulada “La presencia de la Criminalística en la determinación de los fraudes contra las compañías aseguradoras” dice que este tipo de fraudes es una situación que compromete millones de dólares anuales.

Las compañías aseguradoras sufren el maleficio de estos fraudes cuando se trata de la donación de procesos por reclamos antes esas compañías aseguradoras. Lamentablemente, las aseguradoras utilizan los servicios de personas idóneas especializadas, exclusivamente en el ámbito de la investigación, que no tienen noción ni constancia de la prueba material requerida para la sustentación en descubrir la esencia de los fraudes, que es un perjuicio enrome para las compañías de seguros y empresas de seguridad.

Es preciso comprender que cada vez que los convocan para opinar en los procesos reclamando un perjuicio a una aseguradora, se pretende, con la contratación, establecer la verdad de los hechos, y hay que definir la verdad, ya que no es la misma para todos. Cuando uno procura errar menos, quiere una persona con esa modalidad de la concepción y esa es la que hace uso de su productividad para providenciar la indemnización reclamada o negarla.

Es una actividad nueva para los peritos porque se ha comprobado que es una dinámica visceral, ya que es mejor una prueba testimonial que otra confirmatoria de un hecho; hay una cierta ignorancia en los grupos afectados por no comprender ni utilizar como los criminalísticos esa metodología para llegar a buen fin. Cada 100 siniestros que ocurren en Brasil, apenas 10 merecen atención del Estado y apenas 5 son acreedores de un examen pericial oficial. El perito se debe presentar ante esos grupos para hacer justicia y para dilucidar determinados siniestros inexplicables.

Es una experiencia que exige no sólo el funcionamiento como especialista, sino también como investigadores, como delegados de la policía, como promotores del juez y de los grupos de las aseguradoras que los contratan.

El trabajo comprometido con la discusión del fraude en la sección de seguridad, se concentra en tres variables: una material, del perito; la investigación subjetiva; y la documental, de la parte de seguridad. Es decir, el perito participa en el campo testimonial documental en la medida que los elementos materiales presentados en un siniestro traigan dudas y voluntad de comprenderlas.

Esta posibilidad de actuar en los mercados a fin de que, con el saber técnico científico que tienen, se produzcan en el ambiente cívico lo que ya se produce en el campo criminal. Por lo tanto, es un intercambio de experiencias.

Esclarece que, cuando se discuten estas actividades, tal vez no lo hagan en un medio pericial sino en un contexto ético. La mayor fuente de fraudes contra el seguro proviene de los propios medios policiales y judiciales; tanto la policial como la militar son una fuente e enorme de producción de fraudes. Y la nación brasilera está atrasada en su concepción legislativa, cuando aún hoy se practica que un documento es verdad.

Para demostrar el discurso, presenta cuatro casos, de los cuales Locles reconstruye uno que involucra a nuestro país. Se trata de un argentino que llega a Brasilia y choca; se producen dos muertes de dos personas de Brasil; cuando llega la policía, cambian las flechas de circulación de las calles y cambian los carteles de publicidad, de tal forma que se demostrara que el coche argentino venía en contramano; se hace el juicio y la aseguradora argentina paga una gran suma por las dos muertes y las destrucciones.

Lo más grave existe una enorme corrupción en la policía de Brasil, de los jueces y del propio Estado que impulsa estas acciones para ingresar divisas al país, como una especie de exportación de delitos, un blanqueo de delitos.

Es sorprendente que se tenga una balanza comercial positiva por exportación de accidentes. El problema está en la pasividad que hay en Argentina y en otros países ante este tipo de hechos. En Costa Rica y en México, luego de 1995 a causa de la exposición, vieron la posibilidad de revertir la situación, y así modificaron el Código Penal y exigieron a las compañías aseguradoras a Brasil que para abonar un hecho así tenían que permitirle las participaciones de un Perito de Parte para que vaya al lugar y discuta.

Hace mucho tiempo en Argentina, desde que se crearon los juicios orales en contra de la corrupción, es la participación de los Peritos de Parte fundamental, ya que son los que van a discutir fundamentos científico inexistentes con los que se encuentran.

En argentina, utilizar las tablas de vehículos que han venido de Europa, darían deformaciones en los resultados ya que, los europeos mismos reconocen que no las utilizan debido que esas tablas se hicieron con vehículos que ya no circulan. Por eso, usar esas tablas no brindarían los datos que se buscan.

Cuando se colocan los datos en las computadoras con intención o sin intención de fraude, la computadora da un resultado final de los datos que le dio el ser humano. Hay que tener en cuanta quién cargo esos datos y qué datos se cargaron. Si el que los cargo es un corrupto, los resultados también van a serlos.

Por segurosaldia.com septiembre 22, 2005 17:39