SEGUNDO SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN DIRECTA Y PERICIA DE FRAUDES DEL SEGURO Y ACCIDENTOLOGÍA VIAL – Parte V

“Iluminar la frontera entre ciencia y fraude científico”

El Ingeniero Aníbal Oscar García en su disertación “El Fraude Informático en Accidentología Vial”, analiza la manipulación técnica de los rastros mediante el uso de recursos que brinda la tecnología informática. Presenta, entre otros, los objetivos y posibilidades de la reconstrucción, las técnicas modernas de la reconstrucción mediante la informática y la ética en el uso de los recursos informáticos.

Por Vanesa Patrignani

La manipulación técnica se produce tanto a través de recursos de cálculo, simulación simétrica como de la animación computada, generando “modelos matemáticos” y “la reconstrucción virtual”. La investigación de ingeniería dilucida las causas concretas de un hecho con el fin de identificar las responsabilidades emergentes en su producción y en sus consecuencias.

Hay dos tipos de investigaciones: la micro investigación de accidentes de tráfico destinada a averiguar las causas concretas de los accidentes y sus interacciones, y la macro investigación, que está dirigida a la asignación de recursos y a la realización de estudios epidemiológicos y sociológicos. En ambas es posible encontrar conductas anti éticas.

Esta manipulación técnica y científica de la evidencia para obtener reconstrucciones fraudulentas de siniestros se produce por la manipulación de la evidencia como ocultamiento y deformación, por la reducción de la investigación a menores testimonios orales y por la intervención de un experto que procese la información de manera tal de conducir la reconstrucción a esa finalidad predeterminada.

Existe fraude si y sólo si hay una conducta reñida con la ética por parte de quien interviene en el proceso de elaboración subjetiva, que va desde el reconocimiento del rastro hasta la elaboración de un dictamen que revela qué ocurrió.

La investigación técnica de un siniestro de tránsito tiene como destino la construcción de un modelo matemático que representa la forma más probable de producción del hecho que se investiga. No es posible reconstruir un accidente de tránsito; una investigación de ingeniería forense no revela jamás una verdad anterior sino que construye una nueva verdad con la información objetiva que dispone, los rastros relevados en el lugar. No se puede decir exactamente qué ocurrió pero sí demostrar lo que no ocurrió.

El hecho se debe comunicar de manera entendible a personas que no tienen conocimientos ni utilizan el lenguaje de la física la ingeniería. La informática introdujo la imagen fotográfica, la infografía forense, que facilita la tarea de mostrar imágenes en tres dimensiones de la reconstrucción de siniestros complejos, dando como resultado una animación.

El investigador del siniestro se encuentra en el centro del proceso ya que no sólo conoce la herramienta que utiliza, la máquina, sino que la adapta a sus necesidades. La investigación se fragmenta en cuatro pasos: rastro, fenómeno, hecho físico y resultado o parámetro, donde cada fase tiene un resultado parcial que puede ser validado o rechazado dentro de la coherencia general de los hechos desarrollados en la reconstrucción.

El fraude puede ser cometido por dos razones: primero, por omisión de responsabilidad profesional, donde se habla de un fraude culposo ya que es generado por negligencia o el mero desconocimiento del operador de estar cometiendo un acción fraudulenta, y por fraude doloso, que es la acción intencional con fines de enriquecimiento personal u otros. Las acciones que revaloran la ética protegen los intereses afectados por el fraude.

La acción fraudulenta implica siempre la comisión de un delito, para frenar su propagación hay dos fases: la prevención y la punición, el castigo. La prevención debe ser hacia las víctimas potenciales de acciones fraudulentas, hacia los victimarios culposos potenciales y hacia la sociedad y el Estado. En relación con la persecución y el castigo de las conductas fraudulentas se inscribe dentro del concepto de mala praxis profesional.

La lucha contra el uso fraudulento de los recursos informáticos requiere de: personalización, de la responsabilidad asumida en la elaboración de un dictamen, con identificación personal; de calificación, de los recursos humanos; de certificación, de la aptitud de los recursos humanos y técnicos, y de la punición, puesta en práctica de los derechos constitucionales contra la mala praxis directa o indirectamente.

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NOTAS:

Aníbal Oscar García: Ingeniero Mecánico de la UBA especializado en el Análisis de Fallas y Determinación de vida útil de estructuras y componentes mecánicos. Perito y Consultor Técnico especializado en Ingeniería Forense con actuación en los fueros Civil, Penal y Comercial de la Ciudad de Buenos Aires. Miembro de APEBA (Asociación de Peritos Auxiliares de la Justicia de la Provincia de Buenos Aires).

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