Mirando hacia el Norte…

Por segurosaldia.com octubre 8, 2014 14:53

En Estados Unidos  es obligatorio que todo vehículo cuente con un seguro para cubrir la responsabilidad civil por daños a terceros (nombre en ingles: Liability) mientras que circule por cualquier calle, avenida o autopista del país.

El no cumplir con esta disposición aplicable a todos los vehículos hará factible de ser sancionado toda persona de manera pecuniaria como también con la retención de la unidad, sin exclusión alguna.

A ningún ciudadano estadounidense se le ocurriría circular sin seguro y no justamente  por poseer un  grado de conciencia aseguradora mayor al nuestro; sino porque las sanciones son efectivas y no existe posibilidad de aplicar la teoría argento de “zafar” el pago.

De lo investigado en el mercado americano surge  que el esqueleto de sus coberturas por RC automóvil es similar al local: posee iguales exclusiones y condiciones de admisión para sus pólizas.

Si bien no podemos comparar estadísticas a cerca de gestiones sobre seguridad vial dado que las nuestras carecen de confiabilidad, si podemos decir que el parque automotor es más seguro  por cuanto en el norte la brecha de antigüedad vehicular es limitada y el principal limite lo ponen las aseguradoras al no ofrecer pólizas que brinden cobertura o bien las que se ofrecen tienen un costo tan elevado como el valor del auto, dado que la prima cotizada es realmente  suficiente para el riesgo a cubrir.

Por tanto un estadounidense al momento de buscar una unidad vehicular a adquirir evalúa el costo del seguro para su compra como determinante y no sus comodidades para el uso.

Localmente la situación es distinta, la industria cuenta con más de 183 aseguradoras que ofrecen seguros automotores para todos los gustos y necesidades. Existiendo la posibilidad de “adaptar” un seguro al cliente, cuestión que generalmente resulta en un mal aseguramiento del riesgo. Estas opciones instaladas en el inconsciente colectivo aportan para que una persona piense en el costo del seguro de su vehículo luego de adquirlo y que vaya de compañía en compañía o de PAS en PAS buscando quien ofrece el mejor costo para su póliza el cual no siempre coincide con la mejor forma de asegurar el riesgo.

En síntesis, que vehículo se compra un argentino lo determina el gusto y la comodidad que la unidad ofrece, más allá de los dispositivos o mecanismos de  seguridad vial que este brinde.

Que seguro contrata un argentino se determina solamente por el precio que deba pagar, más allá de la cobertura, por la calcomanía, bolsa o taza  que la compañía regale, más allá de su solvencia.

Esta falta de conciencia aseguradora está dada principalmente por la falta de control por parte del estado y las autoridades de aplicación ya que de no cumplir con la norma la posibilidad de ser sancionado de manera pecuniaria o con la retención de la unidad es remota.

La posibilidad remota de sanción sucede en casi todos los órdenes de nuestra sociedad, y por supuesto los seguros no son ajenos. La gente común tiene arraigado el concepto que no existe sanción pena o contravención efectiva. Los sociólogos expresan que esta problemática guarda relación con los niveles de corrupción vigentes en cada país, convalidando el accionar ciudadano dado que la realidad no le muestra el “castigo” para los dirigentes porque entonces ellos serán castigados…

Lo cierto es que mirar hacia al norte, sur o medio oriente buscando responsables no soluciona la problemática. Quizás una búsqueda introspectiva en cada uno de nosotros resulte más positiva.

MA! @madarok

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Por segurosaldia.com octubre 8, 2014 14:53