Foro Nacional del Seguro 2005: “A la Argentina le faltan ideas”

Por segurosaldia.com octubre 4, 2005 13:31

El LIC. JORGE GIACOBBE, Politólogo, describió el contexto político que se vive y alertó sobre el futuro que deberán soportar los jóvenes: 60% de pobreza y 180 mil millones de dólares de deuda. En Argentina no hay ideas ni de la Casa de Gobierno ni del resto de los sectores. KIRCHNER no anuncia el Plan que tiene para nosotros y salimos a aplaudirlo.

Por Vanesa Patrignani

El psiquismo de un hombre que está vinculado a la actividad del seguro, tiene que ser uno que de seguridad, y para eso hay que entender lo que sucede, más allá de una circunstancia en particular.

Argentina vive una situación de modificación de su estructura política, ya que atravesó una modificación económica y social que instaló el 60% de la pobreza, y así se generaron transformaciones de sus representaciones políticas. Argentina vive un “fin de ciclo”, esta definición sale a otras como que “estamos viviendo un inicio de ciclo”, cuando en realidad está muriendo lo anterior; se necesitan nuevos pensamientos, visiones, maneras de entender, de comunicarnos, por ejemplo, ninguna mujer pregunta a su marido por quién votar, el 90% de las listas de Lilita Carrió son femeninas; aquí se nota claramente la ruptura del mandato del hombre sobre la mujer en términos políticos, esta simple observación, nos habla de una tremenda desestructuración, de la nueva libertad intelectual de la mujer, y de una pérdida formidable del poder de influencia del hombre por sobre ella. En Chile va a haber una presidente Chilena, en Alemania también, con esto, termina el ciclo del mandato masculino.

En términos políticos, nacimos por generaciones creyendo que nuestras ideas eran las ideas de nuestros padres, ningún hijo nace radical porque su padre lo es, es más, se creía que eso era un mérito, y orgullosos de que así fuera quizás explique por qué se ha fracasado, hay que celebrar que “nuestros” hijos no nazcan con las ideologías que nosotros tenemos, porque si ellos se niegan a aceptar herramientas impuestas, es porque son más inteligentes, miran desde otro visión; eso también anuncia transformación de la sociedad.

Muere el sistema de valores, creencias, mandatos, que rigió en argentina los últimos 150 años; ningún candidato propone un plan, se habla de candidatos “escoba”, es una contratación que se hace con un candidato para barrer lo anterior, no es una novedad en la Argentina. Para ir a un extremo, la sociedad contrató los servicios de De la Rúa para terminar con el Peronismo y luego la sociedad no tuvo ningún problema en barrerlo; la noche que la gente fue a despedir a Plaza de Mayo a De la Rúa, canceló la etapa del militarismo, ya que Giacobbe no cree que el militarismo haya terminado en el ´83.

Lo que importa es entender cómo es el juego, pasó muchas veces que no se supo y por eso no se logró, lo que ha costado el 60% de pobres y 180 mil millones de dólares de deuda, que hay que revisarlos juntos, no es que a la Argentina le pasaron por un lado 180 mil millones de dólares y por el otro 60% de pobreza, pasaron en el mismo momento, si se juntan estos dos datos, no podemos sino preguntarnos: cómo pudimos haber llegado a deber esa cantidad, somos el tercer país deudor del mundo, no hay país que haya pulverizado a su población como aquí.

Todos criticaron a los de Estados Unidos en Irak, es un país imperial que no tiene problema de destruir a otros para enriquecer su pueblo, pero Argentina es peor ya que ha destruido a su propio pueblo para enriquecer a otros países. A modo de pronóstico, el 70% de los jóvenes están hoy debajo de la línea de la pobreza, es fácil predecir la situación a diez años, pero, quién se hará cargo del Estado si el 60% de la población de entre 25 y 30 años carece de estudio, contención social, estructura familiar, trabajo y si ni siquiera el estudio ni el trabajo son vectores de la vida digna; el trabajo hoy no garantiza vida digna.

Más que interesados por saber quién va a ganar o perder la elección, parece muy útil procurar entender en qué tipo de juego estamos, porque cuando nos preocupamos en quién gana y en quién pierde, estamos preocupados en la suerte de ellos (candidatos), entonces hay que empezar a preocuparnos en nuestra suerte. En Estados Unidos, el voto no es obligatorio y la mitad de la población no vota; cuando uno le pregunta a esa mitad por qué no votan, dicen que no tiene importancia quién gane porque ellos no van a ser perjudicados, pero si el voto no fuera obligatorio en la Argentina, también votaría el 50% de la población, dejarían de votar los jóvenes y los pobres, y cuando uno pregunte por qué no votarían, dicen que gane quien gane, no serían beneficiados.

Tenemos un problema con la relación con los políticos, ellos se creen más “elegidos” que “electos”, siendo que elegidos, en escala jerárquica, es de arriba para abajo, y electo, es de abajo para arriba, en esta cuestión, nosotros somos sólo un decorado que cumple la función que determinó aquél; los que los convierten en divinos y glorificados somos nosotros, es común oír que la gente espera que “ese lo salve”. Si pensaramos un momento, daríamos cuenta de que una persona no puede encargarse de la suerte de 37 millones, como esto es difícil, debemos preocuparnos por nuestra propia suerte.

La generación de “dar la vida por” tiene que terminar, no tiene sentido el “dispuestos a morir para que vuelva”, no hace falta amar ni odiar a los políticos, ni si somos amigos o no, sólo es una cuestión de respeto. Estamos preocupados en la suerte de ellos, los pusimos en la dimensión de Dios, que recibe y adora y así empobrecieron, por eso 1 millón de argentinos están fuera del país porque acá no hay nada que hacer. Qué vamos a pagar, que otro tributo hay que hacer a la glorificación de la clase dirigente de los políticos, empresarios, sacerdotes, sindicalistas, consultores, intelectuales, universitarios, no es que en Argentina no hay ideas solamente en la Casa de Gobierno, no hay ideas en ningún lado, no es que los intelectuales y los empresarios braman proponiendo cosas y que el gobierno se niega; nadie propone nada, se votan personas porque no hay ideas.

Si llegamos al 60% de pobres y 180 mil millones de deuda, hace 30 años que no hay ideas; no es que hubo solamente una mala gestión, pero eso sólo no pudo haber hecho tanto daño, en todo caso hubo cosas terribles, cosas malas, y cosas humanas. No sabemos para donde ir, el presidente decide no mostrar cuál va a ser su plan y nosotros lo aplaudimos, no importa si el plan que propone el presidente es bueno o malo, nos guste o no nos guste, importa cuál va a ser el juego, para que nosotros nos acomodemos. Esta inestabilidad nos obliga a leer el diario todo los días para ver cuál es el plan de ese día, entonces estamos todos bloqueados tratando de adivinar que es lo que va a pasar mañana.

En Estados Unidos no se trata de política, es negocios, no importa cuál es el plan, es discusión de segunda generación, pero se tiene que decir cual es la ruta a transitar, así nos podemos organizar durante el camino, y podríamos entender que ellos dependen de nosotros, no nosotros de ellos, si pudiéramos dar vuelta esta ecuación.

Nadie ama a los políticos en el mundo civilizado, los políticos en el mundo son administradores de ocasión, a los cuales la gente frena con la reelección, nadie da la vida por ningún político, merecen el respeto donde la sociedad o no, nadie quiere ser amigo de los políticos, en los Estados Unidos, las compañas electorales son inversas a las de argentina, no hay pasacalles, ni volantes, la gente pone lo que vota en su propia casa, la publicidad es individual, por el contrario, en Argentina, se usan espacios públicos, se hacen manifestaciones, y nadie se identifica personalmente.

Se va desarmando la estructura electoral, va a haber nuevas identificaciones que se van a agrupar lentamente hacia nuevas formaciones, comprensiones; el aviso entre la disolución y el nuevo armado; los más desconcertados son los políticos, no los votantes, porque la gente ya no los vota y no entienden por qué si están en partidos históricos, se desarman.

Giacobbe cita una definición de grupo, donde dice que los grupos llegan hasta donde la inteligencia sumada de sus miembros da, y la inteligencia del grupo político más los ciudadanos llegó hasta acá, hay que asumir, se han hipotecado a los hijos con pobres y con una deuda, como legado se les ha dejado un país miserable, con personas sin integración social, sin estudios, sin integración económica ni social; se han destruido todos los valores. Hay dos opciones: ser protagonistas y modificar la realidad, o ser víctimas y lamentar la realidad.

Diferencia a los marginados de los excluidos, los primeros son los que están al margen y los excluidos son los que se cayeron de la mesa, los indigentes. Hay que amar la paz, si hay algo que no nos conviene es la violencia, y que si a la torpeza y a la falta de ideas para encontrar una salida le sumamos la violencia, la muerte, no hay posibilidad de salir, antes moríamos nosotros, hoy mueren nuestros hijos, ya no es divertido si alguna vez lo fue.

La participación de los jóvenes tiene un desinterés manifiesto por la política, porque la política tiene desinterés por ellos, si la política se ocupara de los jóvenes como en otros tiempos, ellos también lo harán. La Argentina no va a poder tener un líder, la cultura de los políticos de las provincias son feudales, pero esto va a terminar cuando se generen consensos; debemos darle un lugar a los jóvenes.

Por segurosaldia.com octubre 4, 2005 13:31